domingo, 21 de febrero de 2010

Alta demanda de luz persiste a pesar del racionamiento

El mayor uso de las turbinas refleja una sobreexplotación del Guri

Las turbinas (que producen la energía) siguen usando un alto nivel de agua
pues no ha bajado la demanda (Archivo El Universal)

Pese a que las autoridades aseguran que el país está blindado frente a las
crisis, el 2010 no se inició con la coraza. Las fallas en el sector
eléctrico se agudizan por el descenso del embalse del Guri y aunque existen
medidas de racionamiento, la elevada demanda de energía persiste en momentos
de menos caudal.

El Guri registra una disminución diaria superior a los 10 centímetros,
porque el río Caroní está aportando poco al embalse, no obstante, las
turbinas (que producen la energía) siguen usando un alto nivel de agua pues
no ha bajado la demanda.

En lo que ha transcurrido de 2010 la potencia de Edelca ha estado entre
8.000 y 9.000 megavatios, cuando en un período como el actual de sequía,
debería estar en 7.000 megavatios, según los expertos. Los niveles que
genera Edelca son similares a los registrados en 2008 y 2009, etapa en la
que aún las dificultades no eran tan evidentes y además el embalse estaba en
altos niveles.

El profesor de la Universidad Simón Bolívar, José Manuel Aller, comenta que
lo que está generando la represa refleja que Edelca "sobreexplota el Guri"
para generar 2.000 megavatios más, cuando ello no debería suceder en este
período.

Para comprender esta situación se puede observar que al 18 de noviembre de
2009 el caudal del río Caroní era de 3.853 metros cúbicos de agua por
segundo, y las turbinas usaron 5.410 metros cúbicos de agua por segundo,
pero al 18 de febrero de 2010, y en plena etapa de sequía, el caudal del río
se ubicó en 554 metros cúbicos por segundo, pero el turbinado no bajó tanto
y fue 4.860 metros cúbicos de agua por segundo.

Aller dice que "ante la pérdida de altura (cota del embalse) se está
gastando agua de forma acelerada, y la razón es que el país no tiene más
fuentes de energía, debido a que la termoeléctrica está deteriorada".

A su juicio el turbinado que esté por encima de 4.600 metros cúbicos de agua
por segundo, baja el embalse.

"El Guri es como una cuenta de ahorro. Se ahorra para los tiempos difíciles
y por lo tanto, en épocas de lluvia se acumula agua para la temporada de
sequía que se administra por un período de tiempo. Lo que se podría gastar
en tres años se está consumiendo en el primer año".

Ahorro programado

Con el fin de evitar un colapso, el Gobierno inició planes de racionamiento
para alcanzar un ahorro de energía de 20%, pero los voceros oficiales han
señalado que el ahorro ha estado entre 4 y 7%, lo cual dista del objetivo.

La preocupación para los expertos es que el incremento de la demanda y las
mayores exigencias que se le realizan al embalse puedan acelerar el peor
escenario. Un informe presentado en enero por la Corporación Eléctrica
Nacional (Corpoelec) acerca de la situación del sector eléctrico, mostraba
que si la cota del Guri en mayo llega a niveles de 240 metros sobre el nivel
del mar se tienen que paralizar unidades, aunque el Presidente Chávez ya
trasladó la proyección de colapso para fines del mes de junio.

Poco efectivo

Para prolongar la agonía, el Gobierno ha ordenado a las empresas básicas a
paralizar parte de su producción y a las industrias les ha solicitado
disminuir la demanda, además de exhortarlas a comprar plantas.
Adicionalmente se han establecido horarios de corte de luz en el interior
del país de dos y tres horas y en la Gran Caracas se ha optado por instruir
a los altos consumidores a bajar su demanda. Ello se ha complementado con
los anuncios de mayores inversiones en las instalaciones de equipos y
compras de plantas en el exterior. Sin embargo, los resultados de esas
acciones comenzarían a registrarse en el segundo semestre.

Aller explica que esas medidas ejercidas por el Ejecutivo no tienen ningún
efecto.

"Yo corto la luz y no ahorro energía, hay otros métodos para ahorrar y en
estos momentos las opciones que se tienen son exhortar a los industriales a
no producir. Las empresas no pueden cambiar la maquinaria, tienen que apagar
el tren de producción".

El profesor de la Universidad Simón Bolívar, considera que en los próximos
meses se pueden paralizar más compañías.

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