EscenasDECESO La galerista murió ayer en París Partió Denise René, la dama de El Movimiento Sin la marchante francesa la abstracción latinoamericana, en especial el cinetismo venezolano, no hubiera tenido eco mundial A Denise René la llamaban la sacerdotisa de la abstracción.
No se trata de un título exagerado. La galerista francesa, que falleció ayer a los 99 años de edad en París, cobijó a los creadores abstractos, en especial ópticos y cinéticos, con pasión casi religiosa.
Desde la Rue de la Boétie, René impulsó las búsquedas de artistas venezolanos como Jesús Soto. El creador de las esferas y los penetrables participó junto con Víctor Vasarely, Yaacov Agam, Pol Bury, Alexander Calder, Marcel Duchamp, Robert Jacobsen y Jean Tinguely en la histórica exposición El Movimiento. Esa colectiva, que la galerista organizó en 1955, es considerada la partida de nacimiento del cinetismo.
Uno de los espectadores de esa muestra fue Carlos CruzDiez, con quien la galerista trabajaría posteriormente. "La exposición había terminado, pero Denise tuvo la gentileza de mostrarme las obras ya descolgadas (...) Esa exposición fue un gran estímulo y el fin de las dudas", le contó a Ariel Jiménez en el libro Conversaciones.
El artista y teórico del color lamentó la noticia de su muerte. "Me enteré por la radio. Conocí a Denise René en 1955, cuando vine a París por primera vez. Cuando regresé a Francia, en 1960, la contacté y comenzamos a trabajar juntos.
La primera vez que expuse con ella fue en una colectiva que hicimos en 1961. Fue un personaje importante para nosotros los artistas venezolanos, y para todo el planeta. La nuestra fue una larga y afectuosa amistad", dijo Cruz-Diez por teléfono.
El arte de la posguerra le debe mucho a esta parisiense nacida en junio de 1913 con el nombre de Denise Bleibtreu. Su galería abrió las puertas en 1944 con una individual de Vasarely. Entre sus hitos está haber organizado la primera individual de Piet Mondrian en Francia en 1957, en un momento en que el creador no contaba con el favor de las instituciones culturales de ese país.
De acuerdo con quienes la conocieron, esta mujer de estatura baja y carácter fuerte nunca temió ir contracorriente. "Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial se entregó a unas ideas que nadie defendía.
Creía en el arte con intención, no como imitación del pasado", indicó Cruz-Diez.
El artista de las Cromosaturaciones considera que el rasgo más maravilloso de René fue su coherencia de pensamiento. "Con el transcurrir del tiempo cambiaron las modas y los estilos pero ella siguió defendiendo la misma idea, el arte abstracto, que se asentó sólidamente en la historia".
En ello coincide Sofía Imber, quien destacó como principal acierto de René el no dejarse llevar por tendencias. "Fue una persona que supo escoger a los pintores de su época.
Promovió la obra de Soto, de Cruz-Diez, de Víctor Lucena y además tuvo el valor de nunca salirse de su línea y de su gusto. Fue muy firme".
Con su muerte termina la era del galerista que trabajaba para sus artistas y los acompañaba en sus diversas etapas; también la de la marchante casada con un movimiento, como también lo estaba Leo Castelli con el pop art en Nueva York. "Eso se ha perdido", dijo Imber.
Su contribución al arte venezolano fue extensa. En 2004 donó 100 obras al Museo de la Estampa y el Diseño Carlos Cruz-Diez. La página web de su galería había anunciado que la próxima exposición sería, precisamente, de un venezolano: Elias Crespin. |
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