Con la participación de Venezuela como exponente y crítico de arte
Derroche artístico en Corea del Sur
Rita Lina Piñero Gudiño
Derroche artístico en Corea del Sur
Rita Lina Piñero Gudiño
Los integrantes de IV Simpósium Internacional de Escultura Corea 2007, todo un derroche artístico.
La legendaria ciudad de Yeong-Wol, al sur de Seúl, Corea del Sur, sirvió como marco para darse cita a 13 escultores de diferentes países, entre ellos Venezuela, como participantes del IV Simpósium Internacional de Escultura Corea 2007.
Desarrollándose desde el pasado 20 de julio y culminando el 9 de agosto del presente año, el evento se realizó en un ambiente de cordialidad y mucho profesionalismo artístico, contando con la presencia de los siguientes escultores que trabajaron en diferentes temáticas: Lidia Rosinska y Czeslaw Podlesny (Polonia), Humberto Nieves y Carlos Guzmán (Puerto Rico), Luis Sifuentes (Perú), Jean Christophe Kérouredan y Jean Claude Lambert (Francia), Hori Yushushi (Japón), Asdrúbal Colmenárez (Venezuela), William Barboza (Colombia-Venezuela), Park Cheany y Park Woomi (Corea) y la anfitriona, Ko Moon Ja, contando con la coordinación del equipo técnico del Museo Internacional de Arte Contemporáneo. Estuvo también Alberto Villegas, invitado por Venezuela como crítico de arte, procedente de la Universidad de Los Andes, núcleo universitario Rafael Rangel, del estado Trujillo, quien dio a conocer los detalles de la actividad escultórica.
Alberto Villegas dio que cada artista presentó sus obras a través de múltiples y avanzadas técnicas, en cuanto a las diferentes filosofías de la vida, tomando en cuenta el encuentro hombre y mujer, el amor, la religión, la vida; todo en el orden de la plástica: Textura, color y luz.
VENEZUELA PRESENTE
Una de las muestras presentada en el evento.
El artista plástico Asdrúbal Colmenárez, quien representó a Venezuela en este Simpósium, demostró su percepción a la sensibilidad presentando un nuevo acercamiento al granito, que nos remite a los cuatro elementos iniciales: Tierra, fuego, aire y agua; que se juntan para dar origen a las fuerzas que rigen el Universo y que se concentran a través de una pirámide en la búsqueda permanente de la ascensión divina.
Este artista hizo un derroche de eficacia plástica, trasladando hacia los escenarios milenarios de la cultura coreana su fina sensibilidad artística, siendo un embajador más de la cultura venezolana.
Por otro lado, Williams Barboza, artista plástico nacido en Colombia pero venezolano de corazón, también participó como exponente en tan magno evento. A este destacado artista se le atribuyen obras como las puertas del Centro Comercial Sambil y las del Centro Comercial El Recreo en Caracas, entre otras. Su trabajo es integrado gracias al hierro y al granito, así como a dos leyes físicas: Tensión y torsión, que tienden a girar sobre sí mismas. Una parte metálica es constante en la búsqueda de una proyección siempre en ascenso, y la piedra como soporte permanente de la vida.
Entre todo este protagonismo de la plástica, Alberto Villegas, nacido en el estado Trujillo y quien posee un doctorado en Arte y Literatura, realizó, durante el Simpósium, un trabajo comparativo del discurso plástico de Asdrúbal Colmenárez y el discurso narrativo de Ednodio Quintero, donde desarrolla el tema del nomadismo, de la errancia presente en ambos creadores, quienes con técnicas y aproximaciones diferentes manifiestan un manejo de patrones culturales comunes que expresan a su vez similitudes en sus discursos artísticos.
"Esta reunión en Corea permitió una vez más el reencuentro bajo el tema del amor, paz y naturaleza de discursos plásticos y narrativos desde diversas culturas, y la realización de sueños cada vez más humanos", así lo dio a conocer este crítico de arte.
FACETAS DE UN ARTE
Un ambiente acogedor y natural fue el escenario, y como fondo no faltó la magia del ruido ensordecedor de las chicharras que marcan como tradición el verano coreano, y así el maestro Pak Chan Kab, director del Simpósium, dio a conocer las diferentes facetas del evento:
* El primer movimiento, el humano, representado por los diferentes artistas invitados.
* El segundo movimiento, el plástico, donde bajo el tema de amor, paz y/o naturaleza, cada artista, a su ritmo, intervenía el metal, la piedra, el granito, para crear nuevas piezas que irían a enriquecer el patrimonio de la provincia de Kang Won-do.
Entre su mística artística, el maestro Park ha forjado su trabajo a partir de las leyes de la naturaleza: Ellas son su libertad y a su vez el único camino para sobrevivir en estos tiempos. Señalando que para los artistas de hoy el objetivo no es crear la realidad a partir de la nada, sino buscar la nada a partir de lo real… porque sólo el hecho de haber nacido constituye la mayor creación.
Desarrollándose desde el pasado 20 de julio y culminando el 9 de agosto del presente año, el evento se realizó en un ambiente de cordialidad y mucho profesionalismo artístico, contando con la presencia de los siguientes escultores que trabajaron en diferentes temáticas: Lidia Rosinska y Czeslaw Podlesny (Polonia), Humberto Nieves y Carlos Guzmán (Puerto Rico), Luis Sifuentes (Perú), Jean Christophe Kérouredan y Jean Claude Lambert (Francia), Hori Yushushi (Japón), Asdrúbal Colmenárez (Venezuela), William Barboza (Colombia-Venezuela), Park Cheany y Park Woomi (Corea) y la anfitriona, Ko Moon Ja, contando con la coordinación del equipo técnico del Museo Internacional de Arte Contemporáneo. Estuvo también Alberto Villegas, invitado por Venezuela como crítico de arte, procedente de la Universidad de Los Andes, núcleo universitario Rafael Rangel, del estado Trujillo, quien dio a conocer los detalles de la actividad escultórica.
Alberto Villegas dio que cada artista presentó sus obras a través de múltiples y avanzadas técnicas, en cuanto a las diferentes filosofías de la vida, tomando en cuenta el encuentro hombre y mujer, el amor, la religión, la vida; todo en el orden de la plástica: Textura, color y luz.
VENEZUELA PRESENTE
Una de las muestras presentada en el evento.
El artista plástico Asdrúbal Colmenárez, quien representó a Venezuela en este Simpósium, demostró su percepción a la sensibilidad presentando un nuevo acercamiento al granito, que nos remite a los cuatro elementos iniciales: Tierra, fuego, aire y agua; que se juntan para dar origen a las fuerzas que rigen el Universo y que se concentran a través de una pirámide en la búsqueda permanente de la ascensión divina.
Este artista hizo un derroche de eficacia plástica, trasladando hacia los escenarios milenarios de la cultura coreana su fina sensibilidad artística, siendo un embajador más de la cultura venezolana.
Por otro lado, Williams Barboza, artista plástico nacido en Colombia pero venezolano de corazón, también participó como exponente en tan magno evento. A este destacado artista se le atribuyen obras como las puertas del Centro Comercial Sambil y las del Centro Comercial El Recreo en Caracas, entre otras. Su trabajo es integrado gracias al hierro y al granito, así como a dos leyes físicas: Tensión y torsión, que tienden a girar sobre sí mismas. Una parte metálica es constante en la búsqueda de una proyección siempre en ascenso, y la piedra como soporte permanente de la vida.
Entre todo este protagonismo de la plástica, Alberto Villegas, nacido en el estado Trujillo y quien posee un doctorado en Arte y Literatura, realizó, durante el Simpósium, un trabajo comparativo del discurso plástico de Asdrúbal Colmenárez y el discurso narrativo de Ednodio Quintero, donde desarrolla el tema del nomadismo, de la errancia presente en ambos creadores, quienes con técnicas y aproximaciones diferentes manifiestan un manejo de patrones culturales comunes que expresan a su vez similitudes en sus discursos artísticos.
"Esta reunión en Corea permitió una vez más el reencuentro bajo el tema del amor, paz y naturaleza de discursos plásticos y narrativos desde diversas culturas, y la realización de sueños cada vez más humanos", así lo dio a conocer este crítico de arte.
FACETAS DE UN ARTE
Un ambiente acogedor y natural fue el escenario, y como fondo no faltó la magia del ruido ensordecedor de las chicharras que marcan como tradición el verano coreano, y así el maestro Pak Chan Kab, director del Simpósium, dio a conocer las diferentes facetas del evento:
* El primer movimiento, el humano, representado por los diferentes artistas invitados.
* El segundo movimiento, el plástico, donde bajo el tema de amor, paz y/o naturaleza, cada artista, a su ritmo, intervenía el metal, la piedra, el granito, para crear nuevas piezas que irían a enriquecer el patrimonio de la provincia de Kang Won-do.
Entre su mística artística, el maestro Park ha forjado su trabajo a partir de las leyes de la naturaleza: Ellas son su libertad y a su vez el único camino para sobrevivir en estos tiempos. Señalando que para los artistas de hoy el objetivo no es crear la realidad a partir de la nada, sino buscar la nada a partir de lo real… porque sólo el hecho de haber nacido constituye la mayor creación.