sábado, 30 de junio de 2012

La feria Cacri también abrió sus puertas

La feria Cacri también abrió sus puertas

La competencia de la Feria Iberoamericana de Arte cierra el lunes en La Trinidad

DANIEL FERMÍN| EL UNIVERSAL

sábado 30 de junio de 2012 12:00 AM

El rostro de Carlos Raúl Villanueva es lo primero que se ve. La imagen del arquitecto venezolano, que uno también podría decir que es Raúl Leoni, recibe a aquel que se acerque a la antigua casa del Parque Cultural Hacienda La Trinidad. Ahí se realiza Caracas Arte Contemporáneo (Cacri), que ayer inauguró su primera edición.

La obra de Oscar Abraham Pabón, hecha sobre ladrillos, da la bienvenida al evento. A su lado, una instalación electrónica de Enrique Moreno que funciona apenas siente algún movimiento. Al frente, instantáneas de Alexandra Kuhn que retratan el proceso de decadencia de hojas de almendrón.

Al entrar a la casa, una vieja vivienda de 150 metros que fue restaurada para el encuentro, están las obras de las cinco galerías participantes. La Faría+Fábregas está de primero: fotografías digitales de Luis Molina Pantin y Alexander Apostol junto a colillas de cigarro de gran formato del puertorriqueño Jesús Negrón.

A un costado, una pequeña sala tributo a Roberto Obregón. El artista colombovenezolano (1946-2003) -el homenajeado del evento- tiene su propio espacio, en el que hay una selección de piezas fechadas entre finales de los 70 y comienzos de siglo. Igual que Dulce Gómez, artista invitada que presenta una serie de acrílicos sobre telas.

La galería Carmen Araujo Arte tiene la sala central. Ahí hay, entre otras, una serie de fotografías intervenidas por Daniel Medina en la que distorsiona la realidad. O una pieza de Armando Ruiz (ganador del Salón Jóvenes con FIA), en la que un cuchillo parece decir: "abriré tu cuerpo y te sacaré todos tus sufrimientos".

La Organización Nelson Garrido también tiene lo suyo. Beto Gutiérrez, por ejemplo, muestra algunas imágenes de su serie I miss U, Venezuela, que interviene fotografías de misses locales. También está Fotógrafos que me invitaron a comer en Caracas, de Martín Castillo Morales, una serie de facturas digitalizadas que refleja la inflación que existe en el país. Una arepa en Misia Jacinta, en 2006, costaba menos de cinco mil bolívares viejos. Ahora, el precio va por Bs.33.

Oficina#1 es otra de las galerías participantes en la feria. Obras de Suwon Lee, videos de Iván Candeo, imágenes de Erika Ordosgoitti, o la maqueta en pequeña escala de la instalación sobre Carlos Raúl Villanueva que Oscar Abraham Pabón hizo en los jardines. También está Al borde, una galería marabina que exhibe artistas del occidente de la nación.

Además, hay dos Salas de proyectos, que tuvieron curadurías especiales. En una de ellas, Rafael Serrano proyectará videoarte. En otra, que está ubicada en un pequeño desván, José Miguel del Pozo juega con el umbral entre locura y cordura. "Si otros proponen obras, yo no propongo más que mostrar mi mente", dice en una pieza.

Cacri no sólo se limitará a la venta de obras de arte. También habrá charlas, debates, proyecciones, perfomances. El puertorriqueño Negrón, uno de los más de 50 artistas invitados, hará intervenciones in situ: realizará retratos de voluntarios en una pared. Así, Cacri -que estará hasta el lunes- ofrece un lugar alternativo de arte contemporáneo. El espacio de los que no tienen espacio, diría Nelson Garrido.

 

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